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Gatos a régimen

El sobrepeso en los gatos es mucho más frecuente de lo que crees. Darles alimentos equilibrados, es necesario para cuidar su salud y no estén expuestos a posibles patologías por el sobrepeso. Es por eso que los gatos a régimen necesitan de una atención especial y de un seguimiento muy específico.

En primer lugar, es necesario conocer si el gato sufre o no sufre de sobrepeso. En esos casos, lo mejor es tocar la parte de las costillas. Cuando se le toca esa parte, si no es posible contar la cantidad de costillas que tiene, entonces, estamos ante un caso de sobrepeso y es necesario que el gato se ponga a régimen.

Si bien es recomendable siempre consultar con el veterinario, hay algunos tipos de hábitos que puedes continuar con el fin de mejorar su salud. Evidentemente habrá que seguir una dieta mucho más equilibrada de la que actualmente lleva. No se trata tanto de que reduzcamos la comida que ingiere, sino que se trata fundamentalmente de cambiar el tipo de comida. Es mejor darle una comida o pienso rico en proteínas y equilibrado, que con poca cantidad lo llene y le de todos los nutrientes que necesita para su salud.

Este tipo de comida equilibrada no se le puede cambiar de un día para el otro, sino que hace falta tener paciencia e irlo integrando poco a poco a la dieta para que no reaccione frente a ella. En principio se mezcla con la comida de siempre, y poco a poco se va aumentando la cantidad de alimento equilibrado quitando la comida anterior.

Desde luego que hay que eliminar por completo ese hábito de darle al gato las sobras de la comida. Un gato a régimen, es como una persona con sobrepeso y debe seguir las indicaciones específicas de su veterinario para lograr volver a su peso ideal y evitar así enfermedades que podría afectar gravemente su salud.

Los gatos a régimen, además de seguir esa dieta equilibrada, tienen que moverse. Juega con el gato, hazlo correr, ir de un lado al otro y moverse. Motivarlo con juegos es mucho mejor que obligarlo a hacer algo que no le gusta, pero un gato sedentario aunque tenga una muy buena dieta, no bajará tan rápido de peso que un gato que tiene actividad física.

Habla con los integrantes de la casa para seguir las mismas pautas, no darle comida que no sea la que está dentro de la dieta equilibrada y jugar un poco más con él para que inconscientemente comience a moverse y así hacer más ejercicio mejorando el régimen impuesto por su veterinario.